
Henry Acosta, facilitador en el acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y las FARC.
En Colombia llevan varias horas con las urnas abiertas. Treinta y tres millones de colombianos tienen en sus manos ratificar o no el acuerdo de paz alcanzado entre la el gobierno y las FARC. Son 297 páginas que pretenden poner fin a 52 años de guerra, la más larga del hemisferio occidental. El conflicto con la guerrilla deja 25.000 desaparecidos y 30.000 secuestros. El texto prevé el desarme por parte de la guerrilla en un plazo de seis meses y su integración en la vida democrática colombiana como partido político.
El pasado 26 de septiembre, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos y el líder de las FARC, Rodrigo Londoña Echeverri, alias «Timochenko», sellaron con sus firmas un acuerdo que ha tardado cuatro años en ver la luz. Henry Acosta ha participado en las negociaciones como facilitador entre el gobierno colombiano y la guerrilla. «Espero que el pueblo colombiano vote por el sí porque eso significa tener sindéresis * humana y sindéresis política», argumenta.
Ante la duda razonable,-aunque improbable-, de una derrota al plan de paz en el referéndum, Acosta se muestra confiado «quien quiera votar por el no que vote, pero si el no llegara a ganar, que no va a pasar, la guerrilla colombiana, las FARC, deberían volver al monte y seguir combatiendo», apunta. Ahora, el facilitador, primero con Uribe y ahora con Santos, advierte, «el que vote por el no, que vote, pero a la semana que coja un fusil y baje al monte y combata la guerrilla, porque no solamente se puede votar por el no y quedarse en la casa o la oficia».
Lucía González también ha participado en las negociaciones de paz de la Habana como asesora del Alto Comisionado para la paz en Colombia de las Naciones Unidas. González considera que la victoria del no sería un terrible error. «Sería una tragedia realmente de dimensiones inconmensurables, se tendría que volver a la guerra y todos esos combatientes jóvenes que hoy están ilusionados con la paz, que están ilusionados con salir del monte, que merecen otra vida, pues sería muy dramático, reflexiona.
Para muchos el sí en el día de hoy, reforzaría la figura política del presidente Santos. Aunque Henry Acosta huye de personalismos, «el sí refuerza a la patria colombiana, Santos es ocasional», apunta. Para el facilitador lo que se se pretende conseguir es la paz de los fusiles, «aún falta la paz económica, política y social, y estamos en el inicio de la paz», sostiende.
Los sondeos varian entre el 70-75% a favor del sí, y entre el 35-40% favorables al no. Las perspectivas para los que apuestan por ratificar el texto de paz. Por otra parte, el triunfo inesperado del no haría peligrar la imagen de Colombia ante el mundo . «Sería negativo desde el punto de vista económico, de las calificaciones internacionales, de las relaciones políticas y la legitimidad del gobierno quedaría muy golpeada», asegura la asesora del Alto Comisionado para la Paz en Colombia.
Sindéresis: Capacidad natural para juzgar rectamente, con acierto