La ex ministra de cultura Ángeles González Sinde ha sido la sorpresa de esta edición de los Premios Planeta. Más que por su obra, El Buen hijo que la ha consagrado como finalista, por su condición de ex miembro del gobierno Zapatero. La prensa no tuvo piedad en la rueda de prensa justo posterior a que se conociera el fallo del jurado. Varios medios fueron los que la asediaron a preguntas sobre la supuesta incompatibilidad de su ex condición de ministra y que se presentara al Planeta. En ese momento González Sinde, un tanto desconcertada y parca en palabras, afirmó “que es algo que prevé la ley, que las actividades propias de la escritura y la creación se pueden desempeñar durante ese tiempo”. Sinde se refería al tiempo que lleva fuera del ministerio.
Con la resaca del premio, ya el día después y ante de nuevo la misma prensa, Ángeles González Sinde confesó el propósito de “intentar explicarme mejor”. No únicamente su supuesta incompatibilidad, sino también su tránsito vital entre el guión cinematográfico y la escritura de una novela. “Tiene que ver con mi vida, con lo que me ha pasado, con mi paso por la política”, aseguró. Y fijó el inició de su nueva etapa como literata en navidades de hace dos años “después de que dejara el Gobierno empecé a escribir una novela infantil”. Pero pronto topó con lo que dice ella que ha sido el personaje que la ha ido persiguiendo durante tiempo: “Vicente”. Se trata del protagonista de su novela, “una persona de costumbres, que trabaja con su madre, y que no puede alargar su juventud”, describió Sinde a su creación literaria. “Tiene que derribar barreras pero no tiene maestro ninguno”.
“Creí que la carambola podía repetirse”, confesó la guionista de La Buena Estrella, cuando explicó que el presentarse al Planeta respondía a una tradición. Ya se había presentado a otros concursos literarios con obras infantiles, y había resultado ganadora. “Para mí es un nuevo principio”, sentenció Sinde a la pregunta de un periodista sobre lo que supone quedar como finalista. “Muchos cargos públicos dicen que después de la política pasas por el tránsito del desierto, pues a mí este personaje (Vicente) me ha acompañado por este viaje a través del desierto”.
Haciendo memoria de su paso por el ministerio de cultura, la finalista del Planeta aseguró que “los últimos seis meses de legislatura fueron muy duros porque ya estaban las elecciones a la vuelta y lo que se quiere es derribar al Gobierno, y para que no le den al jefe, le dan a la ministra”, recordó con una brizna de amargura. Mientras rememoraba esos momentos al frente de Cultura, la prensa asistente callaba agradecida de que por una vez, un ex político se sincerara. “Percibí una agresividad y hostilidad creciente, mi hermano pequeño se mató en moto pero tuve que aparcar mis sentimientos”, reflexionó la finalista del Planeta. Y continuó, “pero cuando eres ministra no puedes hacer lo que hace una persona normal, tienes que guardar tus sentimientos porque tienes que inaugurar una biblioteca en Zamora”, espetó en el que fue el momento más emotivo de la mañana.
Echando la vista ahora hacia adelante, González Sinde afirmó estar delante de un nuevo periodo en el que “ordenar todos aquellos sentimientos” que mientras fue ministra “tuve que encerrar en una caja”. Que la política la marcó de forma definitiva, era algo que podíamos intuir tras su retiro después de estar el primera línea. Pero no fue hasta ayer cuando se hizo patente que su función pública la decepcionó profundamente. González Sinde se lamentó de que en “en el cine hay lealtad, todos trabajan por un proyecto común, pero no ocurre así con la política”.
La rueda de prensa post entrega del Premio Planeta tuvo otra protagonista, por supuesto. La escritora Clara Sánchez, consiguió el codiciado galardón por su obra “El cielo ha vuelto”. Un reconocimiento que, como dijo ella, “me ha hecho entrar en la historia de la literatura”. Pero repercusiones literarias a parte, la historia que se escribió ayer en rueda de prensa fue la de una herida abierta, que se narró sin filtros. Ante los medios de comunicación se sinceró una guionista de cine y escritora “escarmentada” por el poder. “Lo que quiero ahora es volver al trabajo para el que me formé, me gustaría volver a mi vida”, cerró Sinde su turno de palabra con una media sonrisa.