Primer día de campaña a las elecciones europeas para el Partido Popular de Catalunya. Alicia Sánchez Camacho desembarca en Reus para repartir a diestro y siniestro pasquines con el lema de su campaña: UE SPAÑA. No lo hacía sola, iba flanqueada por su tocaya, la diputada reusense Alicia Alegret, y por el Secretario de la Mesa del Parlamento de Catalunya, Rafael Luna.
El punto de partida era la plaza del General Prim, en pleno centro, a las 11h de la mañana. Aquel parecía el lugar propicio para que la presidenta del PPC se diera un baño de masas. Y en parte así fue. Sobre todo gracias a la efusividad de jubilados y señoras mayores que venían de la compra. “¡Partido Popular, Partido Popular!”, gritaba una mientras enseñaba un papelito del PP a Rai, el cámara. Eso, para luego preguntar “¿niño cuando sale esto?”.
Otra mujer ya entrada en años le ha cogido del brazo mientras le recriminaba que lo que hacía falta era que hubiera más trabajo. A lo que Alicia le ha contestado “hace falta más, más y más, pero no de éste (refiriéndose al molt honorable President), sino del otro”. Me imagino que cuando ha querido decir “del otro” se refería “de la otra”, o sea de ella misma. Porque quién ha competido con Mas en los últimos comicios electorales como líder del PPC, a presidir el Gobierno de la Generalitat ha sido la propia Alicia Sánchez Camacho. Con más o menos fortuna, todo hay que decirlo.
Pero no todo ha sido un paseo de rosas. Ha habido varios ciudadanos huidizos. O lo que es lo mismo, varias cobras electorales. Ahora me viene a la cabeza un grupo compuesto de mujeres que estaba tranquilamente tomándose un café en una terraza de plena plaza Prim. Cuando de repente, una vorágine de cámaras, micrófonos, personal de seguridad y políticos ha irrumpido en esa bonita estampa. Camacho, muy voluntariosa ha entrado a matar, pasquín en mano. Pero las señoras en la mesa le han negado con la cabeza. Alicia muy amablemente les ha dado las gracias y ha cambiado su objetivo: otra mesa con gente de la tercera edad, mucho más entregados. Eso mientras escuchaba como alguien desde la mesa maldita le decía “que se debería dedicar a hacer otras cosas”.
Después de un tour de tiendas de ropa, de productos gourmet, incluso de perfumería en donde Alicia ha sido obsequiada con una crema para la piel de la cara, por fin hemos llegado al punto del canutazo. Llamamos canutazo a la declaración del político o persona de renombre que los periodistas cogemos al vuelo, en condiciones a veces inverosímiles.
Básicamente Camacho aseguraba que las elecciones europeas se decidirían en Andalucía y Catalunya. Hombre lo de Catalunya lo entiendo, pero Andalucía queda un poco lejos, no vaya a ser que tuviera algo que ver con el tablao flamenco que se habían montado en la bodega, el sitio donde se estaban produciendo las declaraciones y donde había previsto un pica-pica para militantes y simpatizantes.
Pero continuemos con el primer discurso de campaña de la líder popular de Catalunya. La importancia del voto del PP decía Camacho reside en el hecho de que de “esta manera se deja fuera y se distancia el proceso separatista de Artur Mas, que se quiere ir de España, y de Europa y que divide Catalunya”. Además con el voto al PP se garantiza el empleo, las oportunidades de futuro.
A preguntas de una compañera de RAC1 sobre qué le habían comentado los ciudadanos con los que había hablado ella aprovechó el guante lanzado para volver a arremeter contra el proceso soberanista. “Los votantes piden trabajo, piden ayuda a los emprendedores y piden que impidamos el proceso de separación”, aseguraba Camacho. Porque como es bien sabido, el PP es el único partido que garantiza que España no se separe. Y ha coronado su alegato diciendo que “estas elecciones los separatistas las van a perder porque va a ganar el sentido común”, claro es de cajón.
Después del turno en catalán de preguntas, ha llegado mi oportunidad para preguntarle sobre el abrazo público de Aznar con el candidato Cañete del día anterior, lo que a la sazón supone que el ex presidente había entrado en campaña. Algo que desde Moncloa se había evitado hasta el momento y que había evidenciado José María Aznar con una pataleta pública, por no haberle dejado participar en los actos de apoyo. Para Camacho que Aznar hubiera entrado en escena le parecía “muy positivo”, porque aseguraba que el legado del ex presidente es el legado de la creación de empleo, de la vertebración del territorio español y del impulso de las infraestructuras, como el AVE a Catalunya. Espinoso tema este en la semana en la que hemos conocido que varios funcionarios de ADIF habrían accedido a abultar las facturas en la construcción de un tramo del AVE a la altura de La Sagrera a cambio de varias prebendas, para beneficiar a la empresa concesionaria. Siempre claro, presuntamente.
Pero volvamos a la respuesta. Porque aquí no se desperdicia oportunidad para tirar los trastos a los adversarios políticos ante la más mínima duda. En este caso le tocaba recibir a los socialistas. “A diferencia del PSOE y la señora Valenciano el PP puede ir con mucho orgullo con José María Aznar y Mariano Rajoy porque son presidentes del empleo mientras que Zapatero es el presidente de la ruina y la quiebra”. Bonita mañana de campaña electoral a las europeas.