
Enric Mayà, Jefe del área básica de los Agentes Rurales del Vallés Oriental.
En diecisiete comarcas de Catalunya se mantiene elevado el peligro de incendio forestal por tercer día consecutivo. Bomberos, Protección Civil y Agentes Rurales ponen especial atención en la Catalunya Central, el interior de Tarragona y las Tierras del Ebro. La subida sostenida de las temperaturas máximas y unas humedades relativas mínimas bajas de las últimas fechas son las condiciones más propicias para que se desencadene un fuego. Ante el elevado riesgo, Protección Civil pide a la ciudadanía que extreme las precauciones en actividades entorno a zonas forestales tales como no dejar basura cerca de zonas forestales o evitar lanzar colillas sin apagar desde vehículos.
En lo que llevamos de verano, Catalunya ha padecido 15 incendios provocados por cigarrillos mal apagados. La mayoría han sido de poca intensidad. Aún así, Ministerio de Agricultura y Generalitat coinciden en que el 3% de los incendios que se declaran en España tienen su origen en colillas sin apagar. Aunque para que la chispa se propague y desemboque en un gran incendio se deben dar un cúmulo de circunstancias. “Básicamente que el contenido de humedad de la vegetación seca que esté alrededor de donde caiga el cigarrillo sea muy bajo, y que sople el viento”, asegura Enric Mayà, jefe del área básica de Agentes Rurales del Vallés Oriental.
El 50% de los incendios son causados por la actividad humana, y la mayoría se debe a negligencias como las quemas agrícolas, los fuegos mal apagados o la tira de colillas encendidas. “Normalmente el mayor número de colillas lo encontramos en vías de comunicación, al llegar a semáforos o antes de llegar a gasolineras”, sostiene Mayà. Un descuido que puede salir caro. Lanzar por la ventana un cigarrillo sin apagar conlleva multas de hasta 200 euros y la pérdida de cuatro puntos del carné. Pero si además se encuentra en el origen de un incendio, las penas de cárcel ascienden hasta los dos años.
La prevención es clave para evitar incendios y sus consecuencias penales. Por eso los agentes rurales en Catalunya no dudan en aconsejar qué hacer si existe la necesidad imperiosa de fumar. “Apagar el cigarrillo a conciencia, en el cenicero dentro del coche o en una piedra libre de vegetación y llevarse la colilla”, apunta Enric Mayà. Mucha atención a la punta del cigarro, el poco tabaco que queda por quemar es lo que inicia el fuego.