Menorca en 7 fotografías, que como los momentos de felicidad, se producen en un preciso instante y perduran para siempre en la memoria.
La plaza de la Constitución de Es Mercadal:
Sentarse en Ca’n Bep y tomar un café solo con hielo con una banya de sobrasada (del horno Sa Plaça) para desayunar, o un bocadillo de «cuixot» con una cerveza para cenar. Cuando cae el sol, se iluminan las luces de «nit d’estiu», mientras se levanta el aire de Tramuntana y el tiempo se detiene.

Cala Binidalí:
Cuando sopla el viento del norte es mejor disfrutar de las calas del sur, como la de Binidalí. Aguas transparentes y playa de arena clara (con alguna acumulació de algas). La cala tiene fácil acceso a través de una urbanización que le da el nombre.

Los caballos de Atalis:
Bien entrada la tarde, cuando el sol empieza a aflojar, los caballos de una finca cercana a la playa de Atalis (sur) salen del terreno, traspasan el «camí de cavalls» y se acercan al precipicio en busca de tallos de hierba salada.

El faro d’Artrutx:
Es uno de los siete faros que tiene la isla. Artrutx (construido en el siglo XIX) es el más cercano a Ciutadella, además del de Sa Farola. Desde el faro puede disfrutarse de la puesta de sol (el astro cae hasta las profundidades del mar), tomando algo en la terraza del restaurante. No se puede traspasar el cordón porque se está regenerando la vegetación endémica.

Gigi McFarlane en Es Claustre:
Escuchar los primeros acordes de «Fast Car» de Tracy Chapman (interpretados por el saxofonista de The Palmers), en la terraza de Es Claustre de Mahón, para dejar paso a la singular e hipnótica voz de Gigi MacFarlane, mientras se disfruta de una ensalada de «tomàtiga» y una pinta de cerveza Turia.

Un Sant Martí sin «jaleo» y con mascarilla
La crisis sanitaria ha obligado a modificar las fiestas patronales de Sant Martí en Es Mercadal. Se han suprimido eventos con aglomeración de personas como los «jaleos». Y los conciertos musicales de grupos refrescantes y jóvenes como «La Perla Negra» se han tenido que hacer con el público sentado, manteniendo la distancia de seguridad, y con mascarilla.

La barrera menorquina:
Cierran los accesos a las calas por «el camí de cavalls», aunque también pueden verse en fincas rústicas, y en patios en pueblos de casas encaladas y ventalanes verdes. Son las barreras menorquinas. Hechas de ullastre por las manos expertas de los pocos «araders» que quedan en la isla, son uno de los símbolos de Menorca.
