A 16 de julio, Catalunya se encuentra en peligro alto de incendio forestal y ya se ha activado el nivel 3 del plan Alfa que comporta el cierre de accesos a parques naturales. Tras el primer gran incendio del verano en España, que quemó cerca de 220 hectáreas de masa forestal en Castellví de Rosanes y Martorell y que dejó a 170 desalojados, entrevistamos a Sergi Galdón, piloto de helicóptero antiincendios. Él nos cuenta en primera persona los peligros a los que se enfrenta cuando intenta apagar las llamas desde el aire. La maniobra más delicada se produce durante la carga de agua. Aunque también hay otros factores como los cambios de dirección del viento, la visibilidad o las líneas de alta tensión que pueden complicar las labores de extinción.
Por Diego Sánchez.
Usted partició en las labores de extinción del incendio de Castellví de Rosanes y Martorell donde trabajaron hasta 75 dotaciones terrestres de Bomberos y 11 medios aéreos. ¿Cómo fue?
Estuve trabajando seis horas. El fuego se inició por el uso de una radial y se desplazó a la ladera oeste en el municipio de Castellví de Rosanes. El viento de componente nordeste creó un pirocúmulo, una columna enorme de fuego y humo que empezó a expulsar material incandescente hacia la ladera este, en el municipio de Martorell. Al cabo de varias horas empezó a soplar el viento de marinada procedente del mar y eso cambió la dirección del fuego 180 grados, con lo que se estabilizó el perímetro del incendio, fue una suerte. Los medios aéreos atacaron el flanco izquierdo, una especie de vaguada que preocupaba mucho a los bomberos, y los helicópteros trabajamos en la parte alta y la cola, donde estaban las líneas de alta tensión. Fue complicado por la cantidad de helicópteros e hidroaviones que estaban descargando agua y también por el gran número de cables eléctricos que aumentaban la peligrosidad de las labores de extinción.
¿Qué hay que tener en cuenta cuando uno está pilotando un helicóptero que interviene en labores de extinción de un incendio forestal y que además tiene que hacer recargas de agua en pantanos, en el mar o en balsas?
Un servicio se inicia de la siguiente manera. Nosotros estamos en la base durante 12 horas, que es nuestro tiempo máximo de actividad. Cuando surge un incendio, la central de bomberos nos llama, nos activa y nos pasa las coordenadas de donde se ha producido el fuego. Una vez despegamos, vamos a la zona del incendio y nos ponemos en contacto con el helicóptero de coordinación y el resto de medios aéreos. Seguidamente hacemos una inspección sobre los factores a tener en cuenta. Por ejemplo, si localizamos una línea (de alta tensión) que cruza la zona o si hay más medios trabajando. Una vez hacemos esto aterrizamos, dejamos a la brigada en una zona que creamos que es segura, sacamos el sistema de extinción que es el helibalde y nos dirigimos a la zona de la carga de agua. Allí realizamos otra inspección de seguridad para determinar: si hay cables, cuál es la mejor zona de carga y de dónde nos viene el viento. Acto seguido, desplegamos el helibalde, realizamos una primera carga al 50% de la capacidad, despegamos y abrimos la apertura del sistema de extinción para comprobar que funciona. Si funciona correctamente, entonces sí, realizamos la carga.
Si los puntos de carga de agua son grandes lo que siempre intentamos es ponernos muy cerca de la ladera, en una zona donde siempre tengamos referencias visuales con el terreno. Esto lo hacemos porque si tuviéramos algún problema, por ejemplo con el motor, podemos realizar un aterrizaje de emergencia y no caer al agua.
Una vez hemos realizado la carga, notificamos que vamos a la zona del incendio y descargamos el agua. Notificamos que la zona queda libre y volvemos a cargar. Es una coordinación constante. Si el incendio es importante una de las grandes dificultades es que puede haber muchas aeronaves trabajando, muchos obstáculos, cables, zonas urbanas, etc.

¿La carga de agua es el momento más complicado?
Sin duda. Siempre hay que cargar primero al 50%, porque si desde un principio cargas al 100%, entre que vas cargado de combustible, por el peso, a lo mejor no puedes salir del punto de agua. Si no puedes salir, y no te abre el helibalde tienes una segunda opción que es dejar caer el sistema de extinción. Normalmente cuando vas al incendio tienes que tener una capacidad para volar durante 2 horas, que es lo máximo que nos exige la normativa. A medida que tú vas consumiendo tiempo de vuelo también consumes combustible. Entonces la capacidad del helibalde aumenta. Lo que hay que hacer por procedimiento es que la primera carga se haga al 50% y compruebas que la apertura del helibalde funciona, y después, a medida que consumes tiempo y combustible, puedes cargarlo con más agua.
¿Qué capacidad tiene el helibalde?
El que yo utilizo tiene una capacidad de 910 litros. Pero depende del tipo de helicóptero, la capacidad de carga varía.

¿Cuáles son los factores de peligro en el momento de la carga?
Antes de salir de la base hay que comprobar que la suelta eléctrica y mecánica del sistema de extinción funciona, luego hay que comprobar que la apertura del helibalde funciona, y además, cuando salimos de la base lo volvemos a comprobar. También tenemos que tener en cuenta que es muy importante hacer un buen estudio de la zona de carga, que no haya cables, obstáculos, etc. Hay que tener claro que la salida tiene que ser lo más limpia posible. Eso quiere decir que si tienes cualquier problema, tienes que tener un lugar donde practicar un aterrizaje de emergencia. Además, en el momento de elevar el helibalde tienes que ir con mucho cuidado para evitar que algún cable lo haya amarrado. Siempre hay que mirar hacia abajo y ver que el sistema de extinción sube libre de obstáculos. Si se da el caso de que hay algo que impide que puedas ir hacia arriba, hay que hacer movimientos laterales para intentar liberarlo, pero nunca hacia arriba. Si esto no funciona, no queda otra que soltar el helibalde.
¿Lo que nunca nadie desearía sería hacer un aterrizaje forzoso en el punto de agua?
Sí, aunque para eso estamos preparados. La Agencia de Seguridad Aérea nos exige tener un curso (de cómo proceder en caso de emergencia) por si caemos en el punto de agua. Tenemos que estar preparados para hacer una evacuación en el punto de agua. Uno no sabe cuándo va a tener problemas o un fallo de motor, por ejemplo. Siempre tenemos claro el punto de entrada y de salida, pero no siempre tenemos las mejores condiciones. El riesgo cero, en el mundo de la navegación no existe.

¿Cómo afectan las rachas de viento, o la poca visibilidad por el humo de un incendio?
Hay que tenerlo muy en cuenta, tanto helicópteros como aviones, para despegar nos interesa tener el viento en cara. Si las rachas de viento son muy fuertes pues a lo mejor nos tenemos que quedar en tierra y no podemos volar, esto pasa muy a menudo. En un incendio los cambios de dirección del viento es normal que pasen porque el fuego está calentando el aire y eso provoca que haya turbulencias. En un gran incendio se producen siempre este tipo de corrientes. Y luego, otra cosa importante es que siempre tenemos que tener visibilidad. Siempre tenemos que tener contacto con el suelo, nunca podemos perderlo. A veces te dicen que tienes que ir a trabajar a un incendio, y te tienes que negar, porque el humo te impide entrar en esa zona.
